jueves, 17 de marzo de 2011

Miguel Angel Buonarotti

BIOGRAFÍA MIGUEL ÁNGEL BUONARROTIMiguel Ángel Bonarotti (Caprese, 6 marzo 1475 - Roma, 18 febrero 1564).
Escultor, pintor, arquitecto y poeta italiano, dejó impreso en el arte su fogoso temperamento. En 1483, con 13 años, entró de aprendiz en el taller florentino de Ghirlandaio, con el que permaneció poco tiempo. Su primera escultura llamó la atención de Lorenzo de Médicis, jefe de la República florentina, que le abrió las puertas del palacio en 1489, pasando a frecuentar entonces la academia artística que los Médicis habían instalado en el jardín de San Marcos de Florencia; aquí conoce la escultura de Donatello a través de Bertoldo di Giovanni que se reflejaría en sus primeras obras: La Virgen de la escalera y Batalla de Centaurus. Adquirió una profunda formación intelectual y humanística.
Su vida se va a caracterizar por sus viajes, y ya en 1492, con la muerte de Lorenzo de Médicis, viaja por Venecia y Polonia, donde contempla las esculturas de Jacopo della Quercia en la iglesia de San Petronio, cuya monumentalidad influirá en su arte posterior. En 1495 regresó a Florencia y esculpió El descendimiento y la Virgen

Al año siguiente viajó a Roma por primera vez, donde alcanzó fama con sus obras Baco ebrio (Museo Gargallo, Florencia) y La Piedad (Vaticano). En 1501 vuelve a Florencia, donde va a desarrollar una gran labor escultórica, destacando el David (Academia de Florencia), obra que despertó el asombro y la envidia. Por esta fecha realiza también el Tondo Doni (galería de los Uffizi), en el que las figuras de la Sagrada Familia ofrecen gran sentido escultórico. de Manchester.
Su estancia en Florencia es corta, ya que en 1505 fue llamado a Roma por el papa Julio II, quien le encarga un mausoleo que Miguel Ángel concibió de manera grandiosa en la basílica Vaticana que construía Bramante. En principio, el mausoleo iba a constar de 40 estatuas, pero sólo realizó las de Moisés (iglesia de San Pedro ad Vincula, Roma); Dos esclavos (Museo del Louvre, Paris) y la del Genio de la Victoria (Palacio Viejo, Florencia).
Los proyectos de este colosal mausoleo se fueron modificando hasta interrumpirse temporalmente en 1508, en que recibió el encargo de pintar la bóveda de la Capilla Sixtina (Vaticano, Roma), edificada en 1475 por Giovannino dei Dolci, bajo Sixto IV; aquí Miguel Ángel demuestra su sabiduría de arquitecto, escultor y pintor, ejecutando prácticamente sin ayuda una obra maravillosa que dio por terminada el 1 de noviembre de 1542.
En ella plasma la grandiosidad del relato bíblico por medio de un espacio arquitectónico fingido, dividiendo el espacio con lunetos y pechinas donde sitúa las escenas del Génesis, junto con figuras de profetas y sibilas que significan la integración del mundo pagano y del cristiano, además de pasajes de los antepasados de Cristo; técnicamente utiliza la pintura al fresco con un marcado dominio del dibujo y gama cromática uniforme, destacando el desnudo y el carácter volumétrico de las figuras.
David (1501-1504)   
En 1513 regresa a Florencia, donde residirá ahora por largo tiempo para realizar obras de arquitectura y escultura: tumbas de Lorenzo y Giuliano de Médicis, para las que cinceló las estatuas del Día y la Noche, que son indudablemente la obra maestra de Miguel Ángel. Simbolizan el curso del tiempo, la aurora y el crepúsculo; para estos sepulcros también realiza los retratos de Juliano de Médicis <<il divino>> y Lorenzo de Médicis <<il pensieroso>>, duques respectivamente de Nemours y de Urbino (Capilla Medicea, iglesia de San Lorenzo, Florencia); a ambos los situó Miguel Ángel por encima de las figuras alegóricas, como símbolo de triunfo sobre la muerte; todo el conjunto escultórico está dispuesto simétricamente. Realiza también en Florencia, pero como arquitecto, la Biblioteca Laurenciana, donde hace una unión entre estructura y decoración, nueva y original, tratando todo el interior plásticamente a modo de escultura. Esta obra no se terminó hasta después de su muerte.
En 1534 abandonó Florencia definitivamente y se afincó en Roma, donde va a ser nombrado arquitecto, escultor y pintor de los Palacios Vaticanos por el papa Paulo III, quien le indujo a pintar el Juicio Final en la pared del altar de la capilla Sixtina (1534 - 1541); se concibe esta obra por superposición de planos, sin tener en cuenta la perspectiva tradicional, utilizando cánones decrecientes para los personajes de arriba abajo, no como efecto de fuga, sino para exaltar el movimiento. Agrupa los personajes en zonas, marcando un ritmo general, sin comunicación entre las partes; el tema lo desarrolla de forma muy personal, tal como lo ve a través de su propia cultura religiosa, que le lleva a una representación iconográfica próxima a la Antigüedad clásica.
 
Paulo III también le encarga que termine la basílica de San Pedro, donde Miguel Ángel, siguiendo el plan de Bramante, pero superándolo por medio de reformas de las cuales la más importante es la enorme cúpula inspirada en la de Brunelleschi de la catedral de Florencia, la convirtió no sólo en símbolo del Vaticano y de Roma, sino de toda la cristiandad, edificó el ábside y dirigió las obras hasta su muerte. Sus planes fueron modificados a su vez por Rafael y Sangallo.
Hacia 1536 conoció a Vittoria Colonna, que sería su musa y su amor platónico, reflejado en los poemas escritos por el artista hasta la muerte de ella en 1557. Al mismo tiempo que realizaba sus labores arquitectónicas, pinta los murales de la capilla Paulina de los palacios vaticanos, dedicados a la conversión de San Pablo (1542 - 1545) y el martirio de San Pedro (1545 - 1550), ambas con riqueza de movimientos y gestos que influirían en el manierismo.
A partir de esta época, sus obras de temática religiosa reflejan una profunda crisis espiritual, como lo muestra La piedad (catedral de Florencia), La piedad Rondanini (Museo Cívico, Milán). En su testamento desea <<legar su alma a Dios, el cuerpo a la tierra y los bienes a sus parientes más próximos>>. Sus restos mortales fueron trasladados a Florencia y enterrados en la basílica de Santa Croce.

La Capilla Sextina:  LA CREACIÓN DEL HOMBRE
El génesis es uno de los fragmentos más conocidos de la Capilla Sextina. Adán, en un lecho de tierra, se vuelve hacia Dios. El Creador es un anciano de cabellos blancos, físico potente t ademán poderoso. 

La técnica del fresco:
Miguel Ángel aceptó a regañadientes la decoración de la Capilla Sextina porque no confiaba demasiado en su talento pictórico.  Pese a ello, la enorme bóveda está considerada como una de las mayores empresas artísticas de todos los tiempos.  Miguel Ángel empleó la técnica del fresco, un método de pintura mural en el que se aplican sobre una pared recién revocada (embellecida o pintada) pigmentos terrosos mezclados con agua y cal, para crear una superficie compacta.  Miguel Ángel también utilizó la misma técnica en la representación del Juicio Final, en la pared de entrada a la Capilla.  Ambos trabajos, debido a sus grandes dimensiones (más de 900 metros de superficie en el caso de la bóveda de  la Capilla), agotaron mental y físicamente al artista.

CRONOLOGÍA 
6-3-1475: Miguel Ángel Bounaroti nace en Caprese, Italia. 
1488: Entra en el taller de Ghirlandaio, en Florencia. 
1490: Crea su primera escultura: “La Virgen de la escalera”. 
1492: Muere su protector y mecenas, Lorenzo de Médici. 
1494: Esculpe “Ángel sosteniendo un candelabro”. 
1496: Primer viaje a Roma.  Crea el “Baco” y la “Piedad”.  
1504: Florencia alberga su famosa estatua de “David”.
          Pinta la “Batalla de Cascina”, un fresco inconcluso. 

 SIGLO XXI: LA PERMANENCIA DE LA BELLEZA
Miguel Angel es el maestro de lo excelso, de los efectos grandiosos. Rasgos que recorren de principio a fin su obra y que influyeron decisivamente en las corrientes artísticas del siglo XVI, tanto por su clasicismo como  por su complejidad. Sin la existencia del genio de Caprese, la humanidad no hubiera gozado jamás de las formas alambicadas del Barroco.
Pero la historia del arte es una sucesión de episodios que revolucionaron las formas de expresión.
Con la perspectiva que otorgan quinientos años, el Renacimiento permanece en la memoria de la humanidad como un período espléndido, aunque lejano, tal vez demasiado. ¿Cómo vencer los efectos devastadores del tiempo, la amenaza latente del olvido?.
La respuesta reside en el afán del artista por ser inmoral.  Así de simple.  Y así de complejo.  No importa el tiempo, ni la adscripción a un género.  La obra artística no es efímera si sigue conmoviendo, si emociona.
Y Miguel Ángel ejemplifica, total y cabalmente, ese deseo de inmortalidad.  Sus obras son imperecederas por una razón esencial: porque son bellas.  Ese aserto cobra todo su sentido al contemplar la Capilla Sextina, la ciclópea presencia del Moisés o de las formas esbeltas del David.  Un ejemplo de su vigencia: Steven Spielberg recurrió al simbolismo del Génesis) al unir los dedos de un chico y de un extraterrestre en E.T.
Miguel Ángel ejerció el arte como un sacerdocio. Abdicó de los placeres terrenales y se consagro por entero a su labor. Pero el reconocimiento de sus contemporáneos fue, en la mayoría de las ocasiones, miserable. Hoy, la Capilla Sextina es un lugar de peregrinación para millones de personas. En buena parte lo hacen atraídas por las pinturas que Miguel Ángel realizo en su bóveda. Quedan extasiados ante lo que es capaz de hacer el genio de un hombre. Podría decirse que, al verlo, surgen un antes y un después.
La humanidad tiene contraída con el una deuda de gratitud inmensa solo comparable a la vigencia de su obra. Y es que la belleza no entiende de modas, es permanente y, por eso, continua fuente de inspiración.

Fillipo Brunelleschi

(1377 - 15 de abril de 1446) Fue un arquitecto, escultor renacentistaitaliano.Es un personaje importante por el descubrimiento de la perspectiva cónica, cononciminetos matemáticos y científicos.Destaca en la pintura por su estilo Renacentista y la introducción de la perspectiva cónica, en la escultura por aplicar bajorrelieves y en la arquitectura por su estilo inspirado en el arte Renacentista Clásico.Una de sus obras más importantes es el diseño de la cúpula de la Catedral de Florencia, que durante mucho tiempo dingún otro arquitecto se atrevió un construir.





La Sacristía vieja de San Lorenzo 

Es una sacristía construida entre los años 1419 y 1422 por Filippo Brunelleschi como anexo a la Basílica de San Lorenzo, en Florencia. Se la conoce como vieja para distinguirla de la nueva, construida años más tarde por Miguel Ángel bajo el patrocinio del Papa León X.
Esta obra ha sido considerada como uno de los ejemplos más expresivos de la arquitectura de Brunelleschi, con una gran influencia en otros edificios posteriores de planta central. Se trata de un espacio cúbico cubierto por una cúpula nervada sobre pechinas, a la cual se une al fondo otro espacio similar de planta cuadrada, que actúa a modo de ábside. La sacristía queda dividida verticalmente por tres zonas de idéntico tamaño: la parte inferior de configuración general rectangular, la intermedia con arcos falsos circunscritos por las pechinas y la cúpula esférica, cuyo radio es igual al tamaño de cada una de esas dos zonas sustentantes. El entablamiento recorre continuo los dos espacios creando así un espacio visual completo, unitario, y lineal. Se ha considerado que tal sacristía es el primer espacio de planta central del Renacimiento.
En la cúpula hay 12 óculos que simbolizan los 12 apóstoles y que se subordinan al gran óculo central, que hace referencia a la Divinidad. Además todo se encuentra policromado,y la tumba se sitúa en el centro, a eje vertical con la cúpula.
El arquitecto, una vez más, concibió su proyecto a base del empleo de dos figuras geométricas simples: el círculo, relacionado con la esfera, y el cuadrado, que se refiere al cubo. También se ha pensado que el diseño de esta sacristía tiene su origen en las martyria paleocristianas y, en concreto, en parte de la planta del Santo Sepulcro de Jerusalén.
La sacristía está decorada con esculturas en relieve realizadas por Donatello.

La basílica de San lorenzo
Con ella, comienza con denominada la arquitectura renacentista. 

- Tipo de obra. arquitectura.
- Título: Basílica de San Lorenzo.
- Autor: Filippo Brunelleschi (1377-1446).
- Fecha: 1421-1428
- Localización: Florencia, Italia.
- Estilo: Arquitectura renacentista del Quattrocento.


* FORMA: Obra arquitectónica con planta de cruz latina, de tres naves y capillas laterales. Presenta cubierta exterior a dos aguas en la nave central y a un agua en las laterales.
* MÉTODO: Construcción realizada en piedra, con mármol para los revestimientos decorativos y material de relleno en las bóvedas.
* DESCRIPCIÓN GENERAL: Nos hallamos ante un edificio que presenta una planta de cruz latina muy alargada. Está dividido en tres naves a las que se adosan capillas laterales.


La nave central, de mayor altura y anchura que las otras, presenta una arquería con arcos de medio punto sostenidos por columnas corintias, cuyos capiteles sostienen cubos de entablamento con arquitrabe, friso y cornisa. A mayor altura aparece un muro perforado por amplios y esbeltos vanos de medio punto que permiten la iluminación natural del interior del templo. La cubierta interior de la nave es plana, con casetones decorados mediante rosetones dorados sobre fondo blanco.


Las naves laterales presentan bóvedas vaídas que apean, a un lado, sobre las columnas de la nave central y, al otro, sobre pilastras de orden corintio. Sobre éstas, a los lados externos, encontramos óculos de iluminación.


Las capillas de los extremos, siete a cada lado, muestran un acceso con arco de medio punto y se cubren con bóveda de cañón.


Por su parte, el transepto presenta en su frente cinco capillas , todas ellas rematadas con testero plano. La central, a modo de ábside, se alinea con la nave principal y posee el mismo tipo de cubierta adintelada. El testero queda enmarcado por dos columnas corintias sobre las que se alza una tribuna, generando una doble altura en la que se aprecian sendos arcos de medio punto. La otras cuatro capillas se alinean con las naves laterales y se cubren, al igual que éstas, con bóvedas vaídas. Además, posee el transepto otras tres capillas en cada uno de sus extremos, orientadas hacia la cabecera del templo (en un caso) y hacia el crucero (en los otros dos).


Adosados a ambos lados del transepto se encuentran dos amplios espacios, que sobresalen de la estructura del templo. Son las llamadas "Sacristía Vieja" (obra del propio Brunelleschi) y "Sacristía Nueva" (obra de Miguel Ángel).


El crucero se cubre con cúpula semiesférica que aparece al exterior cubierta por una estructura a modo de cimborrio.


Al exterior el templo presenta una fachada inconclusa, hecha en piedra y ladrillo, ya que no se llevó a cabo su revestimiento con decoración de mármoles. Sin embargo, hacia el interior, la basílica muestra una contrafachada (obra de Miguel Ángel) que posee en la zona central un balcón sobre columnas corintias que enmarca la puerta principal, quedando a sus lados otras dos laterales.



No hallamos en la propia edificación referencias simbólicas evidentes, más allá de la que nos muestra la propia planta de la basílica, cuya cruz latina es una referencia obvia al más conocido símbolo de la religión cristiana. Por otra parte, la propia majestuosidad del edificio viene a simbolizar el creciente poder de la familia de los Médicis, que encargó su construcción.



Cuando Brunelleschi recibe el encargo de levantar (sobre una antigua iglesia románica) la Basílica de San Lorenzo, Florencia se halla en el comienzo de una etapa de esplendor que viene marcada por el predominio en el gobierno municipal de la familia Médicis, representada por Juan de Vicci Médicis (1360-1429), riquísimo banquero, comitente de la obra y con el que se inicia el apogeo de ladinastía florentina, consolidado con su hijo Cosme el Viejo (1389-1464).


Juan de Médicis decide encargar el proyecto a Brunelleschi con una clara finalidad: el templo habría de servir como panteón de los miembros más ilustres de la familia, para mostrar al mundo no sólo la riqueza familiar, sino también su predominio en la vida política y cultural de la capital toscana.



Este templo, claro ejemplo de la arquitectura renacentista del Quattrocento italiano, se inspira por un lado en las primeras basílicas paleocristianas y, por otro, en los patrones de la arquitectura clásica, tal como revelan elementos como el orden corintio o la cubierta plana con casetones.


Todo el edificio refleja el acusado interés de Brunelleschi por conseguir la armonía y la proporción en la construcción. Para ello, el arquitecto parte del empleo de un módulo cuadrado (al que responden con exactitud la capilla mayor y el crucero) que se extiende al conjunto del edificio, ya sea multiplicando o dividiendo sus dimensiones, con lo que se obtiene un acusado efecto de regularidad y simetría.


Atrae también al arquitecto la consecución de una iluminación natural graduada del interior. Para ello, la nave central muestra grandes ventanales, que se ven reducidos a óculos en las laterales, mientras que las capillas adosadas carecen de vanos al exterior.


Con todo ello Brunelleschi proponía un nuevo tipo de iglesia, que se alejaba de los patrones góticos imperantes hasta el momento y se inspiraba en modelos clasicistas, dando lugar de esta manera al comienzo de la arquitectura renacentista, que había ensayado poco antes en el Hospital de los Inocentes, también en Florencia. Definitivamente, los tiempos medievales quedaban atrás.



La basílica del Santo Espíritu
El primer proyecto de Brunelleschi para esta obra data de 1428. Consistió en el diseño de una planta, la descripción a viva voz de su alzado y el compromiso de hacer un modelo en madera. Junto a la iglesia de San Lorenzo de 1419 (de la familia Medici), nos muestra el modelo de iglesia que los hombres del primer renacimiento del s. XV quieren proponer como ejemplo de recuperación de los valores de la antigüedad.
Sigue el modelo de basílica paleocristiana, proponiéndolo como ruptura consciente frente al gótico. Debemos tener en cuenta que el Renacimiento unifica los valores del mundo clásico con el cristianismo, por lo que no es de extrañar que vuelvan sus ojos al primer arte cristiano desarrollado en Roma. La planta es de cruz latina, con tres naves siendo la central más ancha y alta que las laterales, con ventanas, cubierta de artesonado de madera (igual que las iglesias paleocristianas) y, consigue crear sensación de igualación ambiental, gracias a la utilización de esbeltas columnas que unifican el espacio. Al igual que en San Lorenzo, coloca sobre los capiteles un pequeño trozo de entablamento, para darle mayor altura sin desproporcionar el edificio. La decoración interior la concibe a base de elementos arquitectónicos, diferenciando los colores de los elementos sustentantes (columnas, arcos,…) coloreados de gris, de los sostenidos (muro), de color blanco.
Esta iglesia es un prototipo de la composición basada en relaciones simples, en la adición de elementos métricos iguales, lo que es típico de la cultura renacentista. Brunelleschi se sintió satisfecho con este edificio, por su disposición geométrica, más apretada y uniforme que la de San Lorenzo. Las medidas aritméticas están subordinadas a dos órdenes arquitectónicos separados por la imposta, de las cubiertas del deambulatorio y de la cruz central, cubiertas todas, por cierto, con bóvedas en relación a la altura respectiva, es decir a una escala distinta según los ambientes que van a enmarcar.
El primer orden se realizó según los diseños de Brunelleschi y el segundo se llevó a cabo más tarde, seguramente ampliando la altura, distanciando el entablamento de la parte superior de los arcos de sostén, para salvar el fuerte desnivel existente entre los arcos y las ventanas que se abren en las paredes de la nave central. Las cotas altimétricas debieron ser medidas sobre el plinto de base, que proporciona una especie de plano teórico de colocación, puesto que columnas y pilastras se apoyan directamente sobre el suelo, y la altura del plinto absorbe las inevitables desigualdades de nivel. Los arcos sobre el orden menor son perfectamente circulares (habitual en la arquitectura clásica) y la decoración de la arquivolta equivale a la mitad del espesor del entablamento. La altura total del sistema formado por los órdenes y los arcos es el doble que el intercolumnio. La correspondencia entre la columna y el entablamento es de 6:1, menor que la de San Lorenzo y la capilla Pazzi, lo que hace pensar que Brunelleschi prueba, intenta diferentes correlaciones, que mas tarde los tratadistas van a codificar.
Brunelleschi no consigue crear el prototipo de iglesia renacentista, pero tanto esta iglesia como San Lorenzo representan un importante esfuerzo en este sentido.